lunes, julio 17, 2006

Alrededores de San Pedro de Atacama

II REGIÓN DE ANTOFAGASTA. CHILE
Géiseres del Tatio
“No me puedo marear” pensaba mientras subía el vehículo por caminos revoltosos, vamos más alto, lejos, por fin llegamos, casi amaneciendo para ver salir el día entre burbujeantes fumarolas, una por aquí otra por allá. Que altura ni que ocho cuartos, me sentí viva, luego el desayuno preparado en uno de esos calientes hoyos humeantes, más tarde un reconfortante baño termal.

Laguna Cejar, Salar de Atacama

No me corté con la blanca y seca sal, floté sin hundirme nunca en esa agua condensada llena de minerales, hasta hoy siento el ardor en mi garganta y mis ojos irritados de la muestra que tragué sin querer, la molestosa salmuera en mi piel el agua dulce la quitó, lo demás belleza por doquier.

Valle de la Luna

Cual astronauta explorando el suelo lunar me extasié una noche entre los cerros de arena, en el atardecer dejé mi corazón, seguro el viento está jugando con el.

No quería venirme y dejar esos parajes que calaron tan profundo en mi, días llenos de enigmático desierto, algo de eso había ya; pero nos vinimos, al año nos separamos.

Antofagasta

Te conocí en Rapa Nui, te recibí en mi ciudad y tu, Carmen Gloria, con Felipe en tu vientre, me recibiste en la tuya, con un hermoso atardecer cobrizo sobre el plano, luego el mar. Hace tiempo que no nos vemos, volveré algún día a contemplar la portada, perdí tiempo en Mejillones y no la vi.

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